LECCIÓN DE VIDA NOS DEJA EL PAPA FRANCISCO EN SU VISITA A COLOMBIA
Del 6 al 10 de septiembre Colombia tuvo la honra de ser visitado por el Papa Francisco. Este fue el acontecimiento más importante y más grato para el país en los últimos años. Al igual que Jesús no vino a que le rindieran honores, sino que se presentó como un humilde peregrino de la paz.
Esta visita y sus mensajes tan llenos de humanidad inspirados en el evangelio tocaron el corazón de la mayoría de los colombianos. Personas de toda condición social, de las diferentes etnias y hasta no creyentes se volcaron a las calles y en los sitios donde impartió su bendición para verlo y escucharlo. Se dice que casi 8 millones de personas salieron a su encuentro, más los millones y millones que lo siguieron paso a paso por la radio o la televisión.
Su mensaje fue claro. Un mensaje de vida que invita a la reconciliación y a la búsqueda de la paz y de la justicia. Un mensaje esperanzador para los jóvenes, para los niños enfermos, para los discapacitados, para las víctimas de la violencia y de los horrores de la guerra. Un mensaje que toca a todos por igual: a los gobernantes, al pueblo, a los ricos y los pobres. Un mensaje renovador en el que nos invita a que todos seamos luz para así derrotar las tinieblas del odio, del rencor y del egoísmo.
Personalmente tuve la dicha de verlo y escucharlo en Villavicencio. Me impactó su fortaleza y su lucidez a pesar de la edad. Es una persona sencilla, amable, comprensiva que quiere atraer a la iglesia a todos los que han sido rechazados y marginados. Me gustó mucho su frase “si hay una persona buena, ahí está Dios” por eso debemos esforzarnos por ser buenos para así cumplir el mensaje del Papa.